sábado, 16 de septiembre de 2017

"Me alegro de que estés bien" -Reflexiones desde un mandala

"ME ALEGRO DE QUE ESTÉS BIEN"

Meditando un poco sobre esta frase, he llegado a comprender que no tiene ningún sentido. 

Estaba pensando en que cuando vuelva a Alemania a hacer mi año Erasmus en Leipzig, me encantaría hacer de nuevo un videoblog como el que hice la última vez que fui a Alemania en el que ir compartiendo con mis amigos y familiares cualquier cosa que aconteciera allí pero que esta vez, a diferencia de la anterior, me gustaría hacerlo sin filtros, con total honestidad, como si me tengo que derrumbar frente a la cámara porque la tristeza o la soledad me pueden. Esta vez no me quiero limitar a hacer un videoblog solamente cuando "esté bien" porque entonces no sería real, no sería humano y ello alimentaría la angustiosa necesidad de mostrarnos contentos todo el tiempo que hemos creado a través de las redes sociales y que no existe, que acrecienta el índice de malestar entre los jóvenes, que lleva a comparaciones odiosas entre una realidad virtual inventada y una vida humana.

Entonces, en mi visualización, estaba imaginándome que los comentarios para los vídeos en los que me mostrara triste o dolido serían algo así como: "¡ánimo! seguro que ya mismo se te pasa!" o "con dos buenas cervezas alemanas de esas seguro que se te quita la tontería".
Por otra parte, en los vídeos en los que me mostrara feliz y contento, los comentarios serían algo así como: "¡Cuánto me alegro de que estés bien!" o "¡me encanta verte tan feliz!" 

¿Perdón? ¿es que cuando no estoy tan bien ni tan feliz no te gusto tanto? 

¿No nos damos cuenta de a lo que conduce todo esto? A seguir mostrándonos como a los demás les gusta vernos, deshonrando así aquellos sentimientos que llamamos "negativos" y aplaudiendo e incluso fingiendo aquellos que llamamos "positivos".

Siento decirles que tal distinción no es más que una invención nuestra y que ambos sentimientos, "positivos" y "negativos" son partes nuestras, humanas, tienen el mismo valor y algo que mostrarnos.

¿Por qué no empezamos a cambiar esto, a que la respuesta a tales emociones sea más neutral; a cambiar el "me alegro de que estés bien" o "espero que se te pase pronto" por un simple "siente de corazón lo que estás experimentando y vívelo como una experiencia más", sin juicio, sin polarizar?

Quizás, solamente de esta manera podremos empezar a dejar de sentirnos tan culpables y desdichados por sentir aquellas emociones que llamamos "negativas" dejando de buscar o forzar ante los demás aquellas a las que llamamos "positivas".

Cada vez que quiero profundizar en esta idea, pienso en mi sobrino o en cualquier bebé o niño pequeño y admiro con gratitud toda su honestidad a la hora de sentir lo que siente. Si él, por el motivo que sea (sueño, rabia, enfado) no tiene ganas de sonreirme y venir a abrazarme cuando me ve llegar, no va a manipular aquello que verdaderamente siente con tal de complacerme. Por el contrario, seguirá —seguramente con su dedo en la boca— viviendo su cabreo hasta que se le pase y sienta que es el momento de buscar a su tío. ¡Y lo mejor de todo es que a lo largo de todo el proceso no ha sentido ni una pizca de culpa!.

Así que, por favor, seamos más honestos con lo que sentimos y en cómo lo expresamos para enfermar menos y ser más libres.

Mucho amor.

EGP

Escrito en Olot, junto al mandala el 03 de agosto de 2017.

Me gustaría aclarar que en ningún momento quiero hacer apología de la tristeza o la apatía ni del victimismo que se puede derivar a la hora de estar en un momento difícil. Simplemente invito a que vivamos lo que vivimos en cada momento, con total respeto y honestidad, sin maquillaje ni escape.-


6 comentarios:

  1. Simples y claros, presentes y sutiles, naturales y verdaderos, de cara y sin basilar, espontáneos y seguros, comprensivos y compasivos, con alas y humildes, íntimos y universales, te abrazo y me abrazo, :)

    ResponderEliminar
  2. Y si de pensar y comunicarnos con palabras nos cansamos, hagamos música.

    ResponderEliminar
  3. Comprendo la reflexión y lo que te ha llevado a ella. Pero realmente lo que comentas son comportamientos comunes o de sentido común que adoptamos los humanos por ser seres sociales. Es normal alegrarse cuando alguien está bien, o quizás solo es normal decirlo, sin nisiquiera sentirlo. Aquí se podría abrir un debate interesante pero sin fin.

    El tema de las redes sociales, totalmente real, es un comportamiento que produce felicidad a corto plazo y por ello engancha. Y aunque es un comportamiento que empuja a la superficialidad y la envidia, la mayoría de las personas la utilizan siendo consciente de ellos. Nadie sabe a dónde nos lleva esto, pero estamos de acuerdo en que la tendencia es a más.
    Por ello aquí hay libertad para todos, para quien quiere ser activo y quien no quiere serlo, por suerte podemos decidir. Después estarán la semana personas inmersas en la espiral del silencio de Neumann, que se dejaran llevar por la masa y así creerán ser felices.

    Difícil tema para abordar pero realmente interesante.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario prima. Estoy de acuerdo con lo que me planteas y si, al final es cuestión de decidir. Un abrazo grande

      Eliminar
    2. Sin embargo, el punto radica en que, por más que sea de sentido común y que se haya extendido como una mera formalidad social, lo que se pone en tela de juicio en esta reflexión es el que se siga llevando a cabo una conducta que apremie unas ciertas emociones y castigue otras. Eso es lo que lleva a la confusión, a la culpa y en última instancia a dejar de sentir lo que realmente se siente, por miedo a algo que nunca hemos hecho y a empezar a sentir lo que la sociedad entiende como normal y correcto.

      En fin, sin tanta palabreja, nos lleva a seguir sufriendo y a no vivir auténticamente.

      Eliminar