martes, 29 de mayo de 2018

El niño detrás de nuestras creencias

Me doy cuenta de que uno de los mayores peligros que se esconden detrás de cualquier tipo de -ismo ya sea un partido, un movimiento o una religión es que por lo general crea enemigos, esto es, separación, y cuando esto ocurre, nos olvidamos de la persona que hay detrás de toda esa amalgama de ideas y etiquetas que hemos creado. 

El posicionarse"a favor" o "en contra" de cualquier cosa es un arma de doble filo que esconde -y lo sé por experiencia- muchísima culpa detrás. Basta con que cualquier pensamiento o deseo contrario a aquello que defiendes a piñón se asome por tu mente para permitir que nuestro juez nos de un latigazo. También es algo que nos lleva a cerrar el corazón, a protegernos de aquellos a los que hemos considerado enemigos, no vaya a ser que deje de ser tan "-ista" o "-ano" después de compartir un ratito con aquel o aquella. 

Al sistema le viene de perlas que haya millones de grupos posicionándose continuamente ya que mientras más separados creamos estar, más capas tendremos que atravesar para darnos cuenta de que en realidad somos lo mismo.

Con esto no quiero hacer ninguna crítica a cualquier movimiento ni quitarle valor a ninguna ideología, tan solo quiero proponer que abramos entre todas nuestras creencias y podamos ver más allá de ellas. Por supuesto que es maravilloso que encontremos un estilo de vida con el que nos sintamos a corde y que nos llene pero hasta que punto nos estamos dejando llevar por una idea sin cuestionarnos qué se esconde detrás.

En la vida existe una ley universal y esa ley es la ley del amor. Y si no, fijáos en los niños pequeños. Ahí no hay raza, ideología, religión, preferencia alimentaria o nivel económico que valga. Y en el momento en el que miramos a nuestro "enemigo" a los ojos y recordamos que detrás de todas las ideas que hemos creado sobre su persona y todos los juicios con los que hemos envuelto su ser hay un niño, como tú, buscando amor, todo lo que habías inventado se desvanece al instante.

Olvidémonos de las preferencias superficiales, no son más que una trampa que nos mantiene separados. Perdona a tu enemigo para poder perdonarte y amarte a ti mismo pues el amor es la fuerza más grande que hay.

EGP 

Imagen relacionada

Leipzig. 29.05.2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario